Entrada a Badajoz por la puerta de la Trinidad, antes de la apertura de la brecha en la cara izquierda pocos años después. Varias personas entran o salen de la ciudad, algunas de ellas mirando al propio fotógrafo. Se aprecia que la puerta está a un nivel más alto que la base de la muralla. Incluso a la derecha de la imagen se distingue el portillo de comunicación del foso con el interior de la plaza (el dintel está aún visible hoy día). Junto a la puerta, la caseta para el cobro de impuestos a las mercancías. Al fondo de la puerta, el edificio del antiguo cuartel de carabineros.
