
Estampa cotidiana junto al mercado de la Plaza Alta. Varios personas (clientes, tratantes, vendedores…) circulan por el lugar, con el pavimento muy deteriorado. En el arco hay dos placas: una de publicidad de máquinas de coser Singer y otra anunciando una multa de 5 centimos (aunque no se distingue qué se multaba). Debajo de ambos carteles, en la sombra, una mujer parece vender el cabecero y piecero de una cama. Un par de carros junto a la puerta de acceso a la alcazaba, y a continuación, el edificio de la antigua Cárcel Real. Al fondo, la iglesia del convento de las Adoratrices
La versión coloreada de esta postal puede compararse aquí.
