
Escena cotidiana en la actual plaza de España, que desde la Revolución Gloriosa de 1868 y hasta la II República se llamó de la Constitución. Numeroso paseantes, comeciantes, guardias, perrillos aparecen en la escena, aún sin la estatua de Luis de Morales. También se distinguen vairas palmeras y otros árboles, y varios aguaduchos o kioskos de bebidas. A la derecha, la misma persona (¿tal vez el chófer del fotógrafo?) que aparece en al menos otras dos postales de esta serie: el puente de Palmas y el Teatro López de Ayala.
